Si Walt levantara la cabeza

Hail Powerline, querido lector. ¿Has visto ya Frozen? ¿Sí? Estupendo, porque yo también. Y no sé tú, pero yo me hallo desconcertado. El crítico de a pie le dedica sus adjetivos más sensuales, el fan de a pie insiste por enésima vez en internet en que la nueva Edad de Oro ya está aquí y el John Lasseter de a pie sigue siendo alabado como el Salvador del legado de Walt Disney. Y yo no puedo evitar preguntarme: ¿se ha vuelto loco todo el mundo? La nueva Edad de Oro apesta sospechosamente a podrido desde el momento en el que empieza a hablarse de ella antes de que lleguen las películas que traen consigo esa nueva era y no después, John Lassetter se dedica a despedir a todo director que insista más de lo conveniente en un punto de vista artístico vagamente arriesgado y por culpa de una serie de males que tienen su raíz en esta dictatorial política convencionalizadora Frozen es, dicho claramente, una mala película.

¿Qué pasó con ese tono oscuro que nos prometían hace un año?

Que se diga por ahí que Frozen es una excelente pieza de animación, un ejemplo de la buena forma en la que se encuentra actualmente la Disney y demás tonterías inverosímiles es la prueba de que ya nos conformamos con cualquier cosa. Como si tuviéramos que darnos con un canto en los dientes porque a fin de cuentas existe algo llamado Chicken Little que demuestra que las cosas se pueden hacer mucho, pero mucho, mucho, mucho peor.

Aunque no me voy a parar demasiado en la cuestión de quién tiene la culpa de qué, voy a enumerar unos cuantos precedentes que atestiguan que la perorata que viene a continuación es más que simple subjetividad. John Lasseter: se le acusa de haber quitado de en medio en 2007 a Chris Sanders de American Dog (luego llamada Bolt), a Brenda Chapman de Brave en 2012 y a Bob Peterson de The Good Dinosaur en el presente y casi extinto 2013. En los tres casos los expulsados eran los directores asignados al proyecto y artífices originales de la idea, despedidos por Lasseter por dar a sus respectivos proyectos un carácter “demasiado extraño” y negarse a aceptar las sugerencias de la directiva. En el caso de The Good Dinosaur el dislate ha desembocado en una reorganización de urgencia en el calendario de estrenos, con la peli de dinosaurios pospuesta hasta 2015 y un justo castigo a tamaña estupidez: 2014 será el primer año desde 2005 en el que Pixar no tiene nada que estrenar. Las declaraciones oficiales que se dieron tras el despido de Peterson esconden unas implicaciones terroríficas y amenazadoras que sólo se encuentran en las palabras de unos pocos mafiosos célebres:

«Todos los directores se involucran de una forma realmente intensa en su película. A veces sólo necesitas una perspectiva diferente para hacer que la idea funcione. A veces los directores se ven tan profundamente atados a sus propias ideas que en realidad viene bien que venga otro que termine lo empezado.»

Sin duda a Peterson se le dio a elegir entre aceptar las sugerencias de Lass o ser bombardeado con un bate de beisbol entre alegres metáforas deportivas sobre el trabajo en equipo, y aprovechando un instante en el que Lasseter estaba distraído supervisando nuevos bocetos para los personajes de Aviones 3: Esta vez son barcos, salió huyendo de allí.

A Lasseter y a su séquito no les interesa innovar ni arriesgar. Le interesa el dinero y que los espectáculos que salen de su maquinaria sean lo suficientemente accesibles y reconocibles como para asegurar que ese dinero llegue rápido, y eso es lo que explica, por ejemplo, que American Dog se viera drásticamente convencionalizada y mutada en esa cosilla simpática y olvidable que es Bolt.

Lo que pudo ser Bolt.

En Frozen no han surgido polémicas de este tipo, sin duda porque el proceso de banalización que el proyecto ha sufrido paulatinamente desde su anuncio –algo a lo que ya deberíamos estar acostumbrados- ha ido experimentándose de acuerdo con las sugerencias del gordo de las camisas de cochecitos. Todo empieza con el anuncio de un proyecto ambicioso y mágico, repleto de jugosas peculiaridades temáticas y formales, y en el transcurso de los tres años que pasan entre el anuncio y el estreno las cosas que hacían especial y único al proyecto van desapareciendo y siendo reemplazados por un secundario gracioso, animación CGI o “un enfoque más moderno y juvenil”. Ya pasamos por eso con Rapunzel, y ha vuelto a ocurrir con Frozen: Congelados por pelotas, sólo que esta vez estábamos prevenidos.

Antes de embarcarme definitivamente en el carrusel de ira que sigue, amigo lector, te invito a ahorrarnos tiempo y que resistas la tentación de llegar a conclusiones autoindulgentes que nos avergüencen a ambos, como pueden ser:

1) Tú es que ibas ya convencido de que no te iba a gustar, así que no ibas a decir otra cosa. (No. Me ofendes y ni siquiera es verdad.)

2) Tú lo que eres es un purista, no entiendes que una peli de princesas no tiene que ser siempre como Blancanieves y puede tener comedia. (Tienes razón, Cenicienta es una obra maestra en este aspecto, qué lástima que ya parezca que nadie sabe hacerlo bien.)

3) A ti es que no te gustan las pelis al estilo de Rapunzel. (No, lo que no me gustan son las películas malas.)

4) No te rayes, es una película para reírse, no para ponerte en plan intelectual como si todo tuviera que ser una metáfora o qué sé yo. (Yo no me rayo. Me confundo, me desconcierto, me sorprendo o me perturbo. Pero no me rayo. Y demasiadas líneas te estoy dedicando ya.)

Frozen es insultantemente genérica, una repetición de Rapunzel en forma y fondo autocomplaciente hasta límites pornográficos y de la que ni siquiera puedo decir que al menos mejora en algo a su predecesora. Los ecos de repetición ya se vislumbraban desde los trailers y carteles, pero siempre cabía la posibilidad que se diese una mejora de la fórmula. Rapunzel no era mala ni mucho menos, pero sí muy mejorable, y Frozen tenía en su mano la posibilidad de, si bien no innovar, sacar mejor partido a la receta.

No es el caso. Esta película da la impresión de haber sido creada por un generador online de cuentos de hadas del siglo XXI, sin la más mínima chispa ni ambición alguna. Rapunzel, siendo mucho mejor, ya adolecía de esta peligrosa característica. Disney está adoptando una estrategia con sus películas en las que más que una auténtica ambición lo que les interesa es crear productos convencionales y autoindulgentes hábilmente disfrazados con un falso halo de ambición. Hasta Rompe Ralph sigue este patrón, siendo mucho más convencional de lo que su vistoso envoltorio sugiere, pero sin duda lo compensaba con grandes dosis de diversión. Disney nos vende con Frozen el ya cansino regreso a la épica de antaño –vamos a ver, ¿volvemos ya o qué?-, pero a la hora de la verdad lo que le interesa es la comedia más vacua y tontorrona; y ni siquiera como comedia es capaz de llegar a las últimas consecuencias y consagrarse como algo puramente divertido, dinámico e ingenioso como sí fue la un millón de veces más audaz y honesta El emperador y sus locuras. Frozen, al igual que Rapunzel, tiene miedo a ser un relato majestuoso de sabor clásico y tiene miedo de ser una comedia pura, un slapstick animado con una personalidad completamente basada en su sentido del humor. ¿Alguien, cualquiera de los enferm… indocument… ignora… espectadores-con-una-opinión-tan-válida-y-respetable-como-la-mía a los que le ha gustado Frozen, se atrevería a señalar un solo gag de la película del que pueda decir que no es intercambiable con cualquiera de las gracias que aparecen en Rapunzel? No existe la más mínima diferencia en tono entre ambas, se trata de una continuación tan banal que dan ganas de llorar.

Rapunzel ya cometía el error de basar el esqueleto de su guion en una circunstancia demasiado parecida a la que relata Tiana y el sapo, la cual, dejando a un lado la discusión sobre su calidad, tenía una personalidad muy peculiar y propia. Incluso me atrevería a decir que con los años Tiana adquirirá una categoría de rareza similar a la de Taron y el caldero mágico. Pero no divaguemos. Tiana explotaba una situación de screwball comedy clásica en la que dos personajes, chico y chica y de caracteres opuestos, forman equipo forzados por un objetivo común e inician un viaje en el que les ocurre de todo hasta desembocar, cómo no, en el romance. Siendo tolerantes, podemos decir que Rapunzel conseguía sortear más o menos el pecado de la repetición con un notable cambio de tono respecto al cuento de la princesa y la rana.

Por supuesto, el referente a seguir en estas lides siempre deberían ser los años de Walt, cuando la repetición brillaba por su ausencia. Tres cuentos de princesas produjo Walt Disney en vida, y eran tres películas que no podían ser más diferentes entre ellas pese al evidente parentesco temático: Blancanieves, iniciática y cándida; Cenicienta, ácida y casi autorreflexiva; La bella durmiente, seria y megalómana. Son pruebas vivientes de que no hay restricciones de género más que las autoimpuestas. Por el contrario, conviene recordar que la ultrasobrevalorada segunda edad de oro de la Disney, esa primera mitad de los noventa que arrancó con La sirenita y culminó con El rey león, nos dejó tres películas casi seguidas cortadas por el mismo patrón de suntuosa espectacularidad musical romántica a lo Broadway, y que si La sirenita, La bella y la bestia y Aladdin consiguen salir triunfantes de tan pasmosa ausencia de originalidad es gracias a que pese a todo retienen cierta atmósfera distintiva. La bella y la bestia es más solemne y poética que La sirenita; y Aladdin se lanza en brazos de la comedia más desenfrenada y referencial.

Así pues, cabía encontrarse con un dejá vù como el que produjo Rapunzel respecto a su predecesora, dado que nos hallamos inmersos en lo que se supone que es una segunda resurrección creativa, la edad de oro más artificial imaginable, creada desde internet desde antes incluso de que se estrenara Tiana e invocada obsesivamente por los fans con esa triste e inconfundible desesperación del que cree que cuanto más se repite algo más cerca está de ser verdad. Artificial y, por supuesto, más falsa que un tweet anunciando la muerte de Castro. Al igual que La bella y la bestia confirmó en 1991 que Disney volvía a estar en buena forma y Aladdin y El rey león probaron que el estudio podía mantener un estándar de calidad constante, Frozen confirma que Disney está más interesada en engañar al personal dándole un sucedáneo de lo que demanda, encantada de comprobar que sus clientes se tragan su No Puedo Creer Que No Sea Mantequilla/Una Buena Película creada siguiendo a rajatabla la ley del mínimo esfuerzo.

«¿Ésta es Elsa? ¡Parece mínimamente original y novedoso! ¡CAMBIADLO!» -John Lasseter

Es sintomático del miedo al riesgo que demuestra Disney el hecho de que los elementos más estimulantes y originales de Frozen quedan en segundo plano en beneficio del aburrido y mil veces visto toma y daca entre Anna y Kristoff. Cuán mejor habría sido Frozen si la auténtica protagonista hubiese sido Elsa, esa Pícara que se convierte en Emma Frost y se enfrenta a sus poderes con la confusión moral y peligrosa fascinación de un Magneto. Sin embargo es mucho más seguro convertir a Elsa en objeto-objetivo y focalizar la película en la odisea de la impulsiva y vivaz Anna (bostezo), el más prudente y práctico Kristoff (bostezo mayor) y sus alocados sicarios con tendencia a la comedia más desopilante (ENORME BOSTEZO). Anna no es sino Rapunzel con otra peluca, y no sólo físicamente. Más desquiciante es comprobar que sus pocas expresiones faciales que no recuerdan a Rapu nos traen a la mente a Vanellope de Rompe Ralph. De Kristoff, el paleto de las nieves, no se puede decir que sea un vulgar clon de Flynn Rider, pero precisamente por eso resulta tan desalentador comprobar cómo FairyTaleGenerator3000 –el laureado guionista de la película- se las apaña igualmente para que la relación entre él y Anna sea calcada, punto por punto, a la que entablan Rapunzel y Flynn en su viaje en busca de las luces flotantes. Entre los demás personajes es justo destacar que después de todo lo que largué en internet en continuos raptos de ira, el potencialmente odioso Olaf, muñeco de nieve con aspecto de haber sido diseñado por un estudiante de primero de AutoCad con problemas para renderizar esferas, no ha resultado ni de lejos tan irritante como yo apostaba.

Todos ellos nos amenizan con una serie de canciones que son, sin lugar a dudas, una de las muestras más lamentables de desidia que pueden encontrarse en ochenta años de filmografía Disney, meros fraseos vagamente melódicos introducidos en la trama con menos gracia que las canciones de La princesa cisne y agravados por una adaptación en español digna de presidio. Frases como “hazme un muñeco de nieeeeveeeeee” y “a mí nunca el frío me molestó” reemplazarán a la ballena en mis pesadillas. Por supuesto no falta a la cita el truco barato de colar de cualquier manera un “ya” al final de un verso para cuadrar las sílabas, marrano subterfugio que o me lo parece a mí o cada vez se hace de forma más chapucera.

De este modo, ni las canciones salvan a Frozen de ser un amasijo aburrido e impersonal. Es más, aunque suene a perogrullada, es predecible hasta decir basta. Reconozco que la película guardaba hacia el final un as en la manga que no me esperaba, pero pronto demuestra una habilidad sin par para desperdiciarlo y dar la impresión de que a sus nobles creadores les interesaba más estirar la trama unos diez minutitos extra que aportar un giro interesante al asunto. Es, como ya dije antes, una película sin ambiciones que trata de fingir que es ambiciosa. Voy a entrar en una comparación perfectamente justa, porque ambas son películas animadas destinadas a divertir por igual a críos y mayores: ayer ponían Los increíbles en la tele y mientras la veía era difícil no recordar Frozen, que en contraste queda bastante maltrecha. ¿Cómo podemos aceptar tonterías formularias como ésta existiendo maravillas animadas capaces de deconstruir en ciento veinte minutos tanto el género de superhéroes como el de espías, de levantar un guion entero en base a Watchmen y al cine de James Bond sin verse devorado por la dependencia referencial, de trazar tramas paralelas de impecable suspense y timing cinematográfico en las que se intercalan diálogos de potencial filosófico incalculable como aquel “todo el mundo es especial” “eso es como decir que nadie lo es”, de lanzar una mirada ácida al universo del fandom y sus idiosincrasias, de compaginar la espectacularidad más simple con elementos de puro intimismo y reflexión vital y de cargarse a su villano triturándolo en una turbina? ¿Cuántos padres llevaron a sus hijos a ver Los increíbles y se dieron cuenta, incrédulos, de que aquella maldita película de dibujos animados sobre superhéroes hablaba DE ELLOS, de crisis de la mediana edad, del miedo a la infidelidad o de aceptar que a veces la clave para burlar a la fecha de caducidad del matrimonio pasa por explorar lo que ofrece la vida más allá de ese matrimonio? Los increíbles pone a prueba los límites de lo que una película animada es capaz de contar, y más aún, demuestra que estos límites no existen. Frozen intenta hacer creer lo contrario, que está bien conformarse con que unos dibujos animados sean medianamente entretenidos y no hagan pensar demasiado durante hora y media, que conseguir que digas “bueno, he echado el rato y me he reído un par de veces” es un éxito y que pedir algo más, aunque sea una diversión más sólida, está fuera de lugar. Los increíbles es una película rica en matices y de potencial inaudito, una obra maestra en todos los sentidos que pese a todo es fiel a su público objetivo y decide ser, ante todo, entretenida, dinámica y memorable. Y ahora, querido lector, déjame poner un dramático punto y aparte, porque esto es grave:

Artísticamente –en el sentido más visual de la palabra-, Frozen es absolutamente nula.

La animación CGI arrastra aún hoy, casi veinte años después del primer largometraje íntegramente creado por ordenador, un estigma aterrador para el fan de los dibujos animados. El error de considerar la animación CGI como una solución artística de por sí es un error ya no extendido, sino establecido como el estándar de producción del 99% del cine animado actual. Me explico: la animación tradicional se ha caracterizado desde sus inicios por un potencial expresivo y experimental aparentemente infinito, jugando con diferentes líneas visuales que, sin necesidad de salirnos de Disney nos ha dado películas de línea curva y amable (Dumbo), maravillas angulosas y marcadamente bidimensionales (La bella durmiente), un homenaje al sinuoso trazado de las caricaturas de Hirschfield (Aladdin), exponentes de la línea sintetizada más elemental (El emperador y sus locuras), y una larga lista de estilos diferentes que hacen de cada película un mundo en sí mismo. Sin embargo, la animación digital raramente ha salido del estilo “animación digital”. Como si el hecho de haber nacido en un ordenador ya fuese un estilo aceptable o un distintivo artístico de algún tipo. Los dibujos animados en CGI necesitan urgentemente directores que le den auténtica personalidad individualizada a cada película. ¿Dónde está la inabarcable variedad visual que la animación tradicional sigue demostrando aún hoy? Por cada Tiana tienes un The Secret Of Kells –por poner algo opuesto- o un Don Bluth –por poner algo no tan opuesto-, películas con una personalidad visual tal que con verlas basta para saber quién las firma, o cómo mínimo es posible describir su estilo con un par de palabras muy definidas. Con la animación digital, casi sin excepción, la descripción se limita a factores técnicos. Piensa por un momento, amigo lector. ¿No es cierto que cuando se alaba visualmente una película de animación digital todos los comentarios van dirigidos al realismo de las texturas, al grado de detalle del pelo y los rostros y a la iluminación tan conseguida? Eso no son factores artísticos, son factores técnicos que, además, atentan en cierto modo con todos los pilares de la idiosincrasia del dibujo animado. Realismo, realismo, todo es un obsesión con el realismo que me lleva a preguntarme que si tan realistas queremos que sea todo, ¿para qué hacer dibujos animados?

La despersonalización visual de la animación digital se pone de manifiesto con el siguiente ejemplo. ¿Qué película Disney nos viene a la mente al ver esta ilustración?

Como habrás adivinado, lo que las curvas de esta sin duda atractiva señorita dejan vislumbrar es el estilo inconfundible que Chris Sanders imprimió a su Lilo y Stitch, la única película de autor jamás salida del estudio Disney. Sin embargo, Chris Sanders no ha dirigido sólo Lilo y Stitch, sino que Cómo entrenar a tu dragón y Los Crood también son suyas.

Concept art de Los Crood, de cuyo estilo por supuesto no queda nada en la peli final.

¿Dónde está ese estilo tan peculiar y tan reconocible de Sanders en estos dos proyectos? En algún momento del proceso de producción, concretamente en ese punto en el que el bello y sandersiano arte conceptual dibujado a mano se transforma en imágenes digitales renderizadas, los personajes se estandarizan para servir a la película de animación digital manufacturada de turno y de pronto podrían pasearse sin problemas por cualquier otra película, porque han perdido toda su personalidad visual. Todo son melenas compuestas por cantidades inabarcables de pelos creados individualmente, espectaculares pecas casi imperceptibles en las mejillas, flores de colores sorprendentes, tejidos de intrincada estructura… y ni un solo miligramo de personalidad visual.

Pocas películas han logrado superar ese obstáculo y tratar de definir una dirección artística determinada. Madagascar, Lluvia de albóndigas, Rango y Hotel Transilvania son algunos de los ejemplos. Ni siquiera Pixar se ha atrevido a aventurarse demasiado en estos terrenos más experimentales, siendo quizá Los increíbles la que está más cerca de lograrlo por su deuda con la estilizada línea de diseño de esos años sesenta a los que homenajea, y desde luego Frozen no es una de ellas. Frozen es el tipo de película que responde exactamente a la descripción que he hecho antes, la que confía ciegamente en las pecas de la cara de Anna, en el grado de convicción de las tormentas de nieve y en la compleja animación del pelo de Elsa, mientras que no dedica un solo segundo de su complicadísimo proceso de producción en buscar una personalidad propia. Es el Estilo Aséptico: la perfección técnica sustituye a la dirección artística y cualquier tipo de ambición en ese aspecto está fuera de lugar. No hay la más mínima diferencia entre la animación de Rapunzel y la de Frozen; y Rompe Ralph habría seguido el mismo camino de no ser porque el contexto en el que se desarrolla obligó a dar con líneas visuales relativamente más originales y heterogéneas. Hay más vida, más fuerza, más electricidad en los diez minutos iniciales de Encantada que en toda Frozen.

El año que viene Disney saca artillería teóricamente novedosa, con un proyecto basado en el grupo Big Hero 6 de Marvel. Por ahora nos prometen una película que aunará cultura oriental y occidental para dar lugar a una película visualmente única y temáticamente sorprendente. Suena estupendo, pero como es normal, yo ya no me creo ná.

(Esta entrada se la dedico a esa niña que me dio el mejor momento de toda la película cuando, en ese momento final que por un segundo parece poner trágico destino a la vida de Anna, alzó la voz en la sala para decir, muy seria y contundente: “mamá, no quiero volver a ver esta película”.)

32 comentarios en “Si Walt levantara la cabeza

  1. Encuentro interesante tu entrada aunque a mi me agrado la película. Estoy de acuerdo con lo del CGI y lo del estilo aséptico, si bien creo que hay leves diferencias con Rapunzel pero más bien fruto de una evolucion(no se sí a mejor o peor) que a intentar hacer algo nuevo. Las chicas de Frozen son algo más BruceTimmescas y Rapunzel más Glenn Keane. La crítica de las canciones la encuentro algo injusta si te basas en su versión española. Pero sobre todo echo en falta que la entrada sea más larga para que te detengas en lo argumental. Estoy de acuerdo en lo de la falta de ambición y lo genérico, y en que la llegada de la tercera edad de oro sería una exageración pero incluso si algo es convencional y previsible eso no lo hace necesariamente una mala película como afirmas al comienzo. Tal vez si una del montón. Además considero fascinante la discusión sobre como se habrían orientado los argumentos de la era Lasseter en una peli de los noventa o en una de la época Disney. Pura especulación pero me gusta mirar si sería lo mismo o parecido, si hemos cambiado nosotros o ha cambiado el estudio o las dos cosas y en que aspectos. Ah, y no dices nada de Get A Horse!

  2. «como siempre, me siento intimidado. joder, cuanto sabe el cabron. obviamente el tiene razon y yo no. pero espera… recuerda… este es el tio que considera a el jorobado de notre dame uno de los peores clasicos. no le escuches. A POR EL»

    tras este monologo interior, me decido a decir que frozen me parece brillante. porque hace lo que la gente cree que hizo shrek: deconstruir arquetipos, darles la vuelta sin recurrir a lo facil. anna es la clasica princesa que sueña con el amor. pero coño, resulta que es la heroina de la peli. y no digo esto como sinonimo de «protagonista». es una HEROINA. se salva a si misma salvando a su hermana. lo cual salva al reino. pero ojo, que no va de heroina valiente, dura y psicologicamente torturada. es una payasa. el personaje mas divertido de la cinta, de hecho. lo lamento, pero entre una cosa y otra, anna me parece memorable y unica en su especie. la princesa que no cumple el papel habitual de princesa.
    luego esta elsa, la reina malvada… que por supuesto, no es malvada. es una victima que hace cosas «de villana» por accidente. es el personaje clave, claro. el que evoluciona (en una cancion, con eso basta), el que mas emociona, el mas complejo. porque podria haberse convertido en una villana con todas las de la ley, la peli lo va dejando claro. la salva el amor de su hermana, pero ahi queda la escala de grises de la villana que no es villana pero casi si.
    los roles masculinos, secundarios, pero tambien reformulados. el principe encantador que resulta ser un hijoputa. no un villano, un hijoputa. cosa claramente distinta. kristoff, el machote solitario que NO salva el dia y del que se enamora la heroina, pero ojo, sin que sea una cosa de volverse loca. estan empezando. punto. olaf… mira, olaf falla. porque ese si es tipico. la de cosas que se podian haber hecho con el si hubiesen reconstruido su rol, como hacen con el resto…
    luego esta el asunto del amor verdadero, con lo que la peli juega al despiste con exito y acaba siendo algo que, lo siento mucho, no esta hecho con el piloto automatico ni de coña. esta hecho con inteligencia y… si, ambicion. pero la cinta no es brillante por todo esto. lo es porque ADEMAS, conserva el regustillo de hace 20 años. cuando elsa crea el castillo de hielo estaba con la boca abierta y metido en la peli al 100%. me engancha. como solo me pasa con los clasicos disney.
    la BSO? pues mejor que la de enredados o tiana y el sapo. hay al menos 3 canciones que me gustan, traduccion aparte.
    con lo de la animacion digital si estoy de acuerdo. son films artisticamente vacios. y sin embargo frozen me resulta espectacular y bonita de ver. una cosa no quita la otra.
    y si, yo soy de los que dicen que estamos en una nueva edad de oro, muy distinta al resto, pero si tres clasicos seguiditos me han encantado, pues…

    en fin, que frozen me parece divertida. emocionante. profunda a nivel conceptual. muy trabajada. inteligente. rompedora. y ni de lejos un calco de enredados. es muy tentador darte la razon, cabrito, pero esta vez me voy a plantar desafiante. y mira, creo que no encajo con ninguno de los pueriles perfiles con los que buscas desacreditar a un posible objetor antes siquiera de empezar a desarrollar tu punto de vista.

    jorobate, flanders.

    1. Coincido con algunas de las cosas que dice el doctorindy también, como que Los Increíbles no me llena del todo (me parece mucho más brillante el comienzo no superheroíco que la parte superheroíca).

      Pero también pienso que Frozen no está escrita del todo con el piloto automático y que la ambición que le falta es relativa. Pienso que se queda algo blanda y a medio camino en aspectos como el diseño y el rol de algunos personajes, pero sí creo que Lasseter ha aplicado su criterio de que «la historia importa» intentando construir un argumento que sorprenda. Si lo consigue o no es otra historia algo subjetiva, y yo creo que plantea posibilidades más grandiosas de las que ofrece. A mi no me flipa tanto que subvierta estos roles y creo que Brave hizo casi más por ofrecer un papel distinto a las princesas, pero algo intenta ahí. Aún así pienso que sería más espectacular y complejo adentrarse más en la psique de Elsa hasta convertirla casi en malvada para que luego no lo fuera y se arrepintiese.

      Y es que está muy bien que Elsa no sea la villana, se dice que eso es original y que hace distinta la película. Entonces SPOILER ¿por qué hay que meter un villano malo-malísimo de toda la vida a última hora en la figura de Hans? Aspecto este que es sólo imprevisible hasta cierto punto, de hecho yo enseguida lo pensé como una posibilidad porque a Lasseter le encanta este rol del malo que parece bueno. Aunque tiene sentido que alguien al que Anna conoce de primeras y trata de seducirla lo haga por el interés, no me gusta mucho este típico cambio de «ahora revelo que soy malo malísimo, y no sólo te seduzco por el interés, sino que quiero matar a tu hermana». Hubiera preferido que fuera un malo más ambiguo (un interesado pero no un asesino) o simplemente que no fuera malo pero no fuera el amor de Elsa.

      Si Lasseter aprendiera algo de Ghibli podría hacer un villano que se redimiese o que no fuera tan malo como el padre de Ponyo, por ejemplo, no estos malos que se revelan malos a última hora. Pierde la ocasión de redimir a Elsa aquí y todavía no estoy seguro si debió hacerlo con LOTSO o no…Por un lado resulta potente lo malo que es el personaje. Por otro sus motivaciones no tenían demasiado sentido en mi opinión. Su backstory debería volverle más resentido hacia los humanos que hacia sus compañeros juguetes.

      1. Me gustaría insistir en otro aspecto que es el hecho de que para ofrecer ‘una nueva visión de los cuentos de hadas’ a veces casi simplifican lo que son los cuentos de hadas.

        En «Encantada» tenía sentido porque la idea de la película era bromear con el hecho de que las reglas de los cuentos de hadas no se aplican en la vida real. Pero en Tiana, Tangled y Frozen queda un poco ‘meta’ y demasiado explícito.

        No sé, me parece que si en Blancanieves o La Bella Durmiente había factores como una muestra de amor verdadero en forma de beso esto simplemente se mencionaba o se veía visualmente, no era algo que los personajes dijeran de repente tipo «Oh, lo único que puede salvarla es un beso de amor verdadero porque sé que estoy en un cuento de hadas y ese es el tópico, aunque luego lo vamos a subvertir». Me vale que un personaje tipo hechicero, troll o lo que sea hable en esos términos, pero también es algo fácil. Yo creo que ni en el Disney de los noventa era tan claro.

        Digo lo mismo sobre lo de ‘conocer al amor verdadero en un sólo día’. En «Encantada» tiene gracia para contrastar que el romance en el cuento de hadas suele ser fácil y en la vida real tiene sus más y sus menos. En «Frozen» tiene algo de sentido que una chica que haya vivido encerrada se equivoque en su elección. Pero ¿comprometerse a matrimonio el mismo día que le conoce? No sé.

        Cuando historias tipo Blancanieves o La Bella Durmiente muestran que la chica y el chico se enamoran es un poco a primera vista, sí, pero tampoco es que se vean y ya se quieran casar. El príncipe suele salvar a la chica tras una batalla, o los jóvenes se conocen desde niños, o algo. A veces en los cuentos de hadas es el tópico de que su familia les hace comprometerse y en ocasiones ese matrimonio concertado gusta y en otros no.

        En cualquier caso no es tanto que subviertan un tópico sino que simplifican y casi parodian ese tópico para poder subvertirlo. Pero lo cierto es que en algunas ocasiones se ha parecido más a lo que ocurre con Anna y Kristoff, tras pasar un tiempo juntos se enamoran. Vale, antes igual ya se gustaban de entrada y ahora es más que primero se pelean y luego se quieren, pero este otro ‘cliché’-que por cierto no me parece mal en sí mismo- ya se usa en las comedias románticas desde la época de Howard Hawks.

      2. Respondo en un nivel completamente aleatorio de la conversación porque así os cito a ambos. Veamos, voy a tratar de ser sintético:

        1) Indy, muy bien el monólogo inicial. Ése es el espíritu. Si hace falta, A POR QUIEN SEA. (Por cierto, lo digo sólo por si acaso, nada más lejos de mi intención con los «perfiles de réplica» que apelar a alguien concreto, amigou, realmente he querido evitar comentarios cansinos de ese tipo que ni aportan nada ni merecen respuesta).

        2) La subversión del rol de princesa ya no es un hallazgo ni debería ser utilizado en favor de la calidad de la peli. Se ha hecho un montón de veces y creo que la dichosa normalización en este tema debería haber llegado hace muchas pelis. Es como seguir marcando la calidad de una película por ser sonora. Pero por supuesto el feminismo de pose tira mucho, y aunque lo ideal sería que a estas alturas del siglo XXI diese IGUAL si el héroe es chico o chica, estamos estancados y no aprendemos cómo funciona exactamente eso de la igualdad.

        3) Las canciones me parecen terribles independientemente de la adaptación española, intenté que quedase claro ese punto. Lo único que no puedo juzgar es la letra, cómo no, pero en todo lo demás son tan débiles como las que sonaban en Tod y Toby, más que cantar es recitar con una tonadilla más o menos musical. La única que se ve más esforzada es la que canta Elsa en su torre (y casi la única que está colocada en su lugar natural en la trama), pero claro, aún tengo que escucharla más veces.

        4) No hablo mucho del desarrollo de la trama porque me pareció muy aburrido ponerme a desarrollar defectos que ni siquiera son especialmente interesantes. Es decir, me parece un guion rutinario que no arranca y muy parecido a otros guiones igualmente flojunos. Es decir, no tengo nada interesante que aportar aquí. Y bueno, si se me hizo aburrida, ahí no tengo mucho que explicar. Aquí lo último que quiero es escribir rollos.

        5) Sobre Hans. Estoy de acuerdo en que eso no aporta nada de nada, pero quería ser justo y admitir que muy listillo yo, ya había «adivinado» lo que iba a pasar y me equivoqué de medio a medio. Creo que entiendo la intención de introducir al duque de nosecuántos en la trama. Es otro que no hace ninguna contribución al guion y que parece introducido por una deuda con el manual de los dibujos animados («tiene que verse que hay alguien malo»), pero al final de la peli entendí que como distracción a lo Hitchcock sí funciona. Uno no tiene las sospechas puestas en nadie si ya te han puesto una especie de villano antes. No está mal jugado, aunque desde luego está tratado muy deficientemente,

        6) No sé qué hago hablando con dos tipejos que no aprecian Los Increíbles en la medida olímpica que se merece.

      3. ojo, planeo revisionar los increibles, porque cuenta con los ingredientes necesarios para dejarme en extasis, maldita sea.

        P.D.: y de como entrenar a tu dragon, al margen del CGI, que opina, amigo rose?

  3. No he visto la peli, pero ya desde los vídeos promocionales se veía que no valdría mucho… esa manía de meter personajes cómicos/payasos aunque no pueguen ni con cola a mi ya me huele a chamusquina. En cuanto a Rapunzel no está mal, en mi opinión está mejor que Tiana, ya que sabe mantener el interés a lo largo de toda la cinta. En fin, visto lo visto está claro que Disney de momento no vuelve a renacer…

  4. Muy interesante el artículo, aunque no haya visto la película. Estoy de acuerdo sobre todo en esas ganas de categorizar la etapa actual de Disney como la Nueva Edad de Oro antes siquiera de que se estrenen los filmes, a mí en general me parecen decentes pero entre bastante y muy lejos de épocas pasadas, les falta como tú mismo comentas más riesgo y más personalidad, algo también achacable a la animación CGI, que a mí lo cierto es que apenas me llama la atención. ¿Qué fue de aquello que se comentaba hace años de que cada cierto tiempo se haría una de Disney en estilo tradicional? Parece ser que murió con el escaso éxito de Tiana, y es una pena.

    Me sumo a los que han comentado arriba en lo poco que me convence «Los Increíbles», el comienzo es muy bueno y tiene temas interesantes, pero no puedo evitar que me resulte extremadamente aburrida cuando empiezan las hostias y la fanfarria de Giachino repitiéndose cada cinco segundos. Te parecerá una blasfemia, pero la coloco entre lo más flojo de Pixar.

    En fin, buen artículo, pero creo recordar que cierto bloguero anunció un ránking hace ya dos o tres entradas y aún no ha llegado. No sería mal regalo para estas Navidades…

    1. El ranking en cuestión me está costando (las musas están esquivas), todo apunta a que la siguiente entrada será otra cosa, no un tocho de opinión sino una entrada en plan educativo (como las de Mortadelo), y que llegará en muy muy poco tiempo.

      Pero casi mejor dejo de prometer cosas, porque creo que NUNCA he cumplido cuando he adelantado algo de «la próxima entrada».

  5. Descubrí tu blog hace unos meses y… ¡Guau! Debo decir que me encanta. Me pareces una persona que escribe sus entradas (sean del tipo que sean) con conocimiento y explicando los motivos de una manera envidiable. Me llamaste mucho la atención sobre todo cuando elaboraste tu ránking de lo peor de Disney. Soy muy fan de la compañía, pero reconozco que tiene meteduras de pata bastante considerables (de pequeña me habria ofendido lo de Tod y Toby y Oliver y su pandilla, pero las revisioné hace poco y… tengo que darte la razón).
    A mí personalmente Frozen no me disgustó (al menos, no al nivel de Chicken Little o Salvaje), pero sí que me quedé con la sensación de que le faltaba algo. Que debían haberse arriesgado mucho más. Hans me pareció un villano pésimo (lo dice una admiradora de Ratigan, Jafar, Scar y Facilier), introducido con calzador y que da más risa que miedo. Elsa y Anna no me disgustaron del todo, pero, como bien comentas en tu artículo, la primera debería haber recibido más herencia de Magneto. Sven, digan lo que digan, es un primo cercano de Maximus, quien a su vez parece el gemelo perdido de Altivo de La ruta hacia el Dorado. Olaf no me cayó mal del todo, pero Kristoff me pareció olvidable e intercambiable con Flynn. Y los trolls… La misma sensación que me produjo Mamá Odie en Tiana y el sapo: por rellenar. Y las canciones… Me quedo por el Let it go interpretado por Idina Menzel.
    Debo pertenecer a ese escaso número de gente que admira a Tiana y el sapo, la cual, si bien tiene una resolución un tanto chapucera con el rollo de las princesas, Facilier me parece la leche, Charlotte y Ray son adorables y me encantaron los protagonistas y la animación en general. Y los diseños que has mostrado de Los Crood, que ya había visto por Tumblr, me parecen preciosos y es una pena que no fuesen incluidos en el resultado final. Si por algo aún me gusta Lilo & Stitch, es por su diseño tan original.
    Estaré atenta a tus entradas. A ver cuando haces la que prometiste criticando las películas de Don Bluth (me encantan NIMH, Fievel, En busca del valle encantado y sí, Anastasia) y he leído por aquí que querías reseñar La princesa cisne, que en mi infancia vi una y otra vez… y que ahora no me dice nada.
    Saludos.

    1. La navidad pasada me vi de una tacada toda la filmografía de Don Bluth para tenerlas fresquitas antes de escribir la entrada y casi me dio un síncope con los noventa. Lo peor es que tragarme tanta mierda junta no me sirvió para nada, porque nunca escribí la entrada y Rock-A-Doodle y la del pingüino y alguna otra se me han olvidado del todo (otra vez). Algún día la escribiré, y tendré que volver a sufrir Pulgarcita. Y otro día despedazaré la trilogía de la princesa Cisne, porque tiene momentos que son puro trauma. Aaay, si dejase de prometer como un político en campaña…

      Yo soy fan de Tiana y el Sapo, me gusta mucho y más cada vez que la veo. Facilier es realmente la leche, aunque tristemente está un poco desaprovechado. Ah, y por supuesto que Frozen es mejor que Salvaje y Chicken Little, Ford nos libre.

      Encantado de tenerte por aquí y de que te gusten mis entradas, chica. Aunque cada vez escriba menos, sigo divirtiéndome mucho cuando lo hago.

  6. MADRE MIA PERO COMO METES UN POSTER DE OTRA PELI? http://m.imdb.com/title/tt1323045/, informate un poco hombre, tono oscuro? Claro en esa pelicula Frozen del 2010 hay lobos que se comen personas literalmente y se ven tripas y sangre, como habrás podido observar no tiene nada que ver, empiezas bien el analisis, cuando loea entero ya te comentaré, pero te has lucido con el poster.

      1. hombre, ese poster aunque lo hubiseses puesto en broma, lo del pie «¿Qué pasó con ese tono oscuro que nos prometían hace un año?» relacionandolo con el poster pues…

      1. Erm… vale, resulta que hace poco había hecho un análisis para un blog, y ahora, leyendo esto, me quedo con la incómoda sensación de que me he quedado corto. Mi opinión sigue sin cambiar mucho (película mediocre) pero desconocía que Lasseter fuera tan capullo.

        La verdad, las canciones son horripilantes. No porque estén mal escritas o mal cantadas (que también) sino porque, lo peor de todo es que, hay DEMASIADAS canciones. A los 45 minutos ya estaba queriendo decir lo típico de «Pro dejad de cantar! Avanzad con la trama!» que suele pasar en muchos musicales.

        Hombre, yo veo a Rapunzel un poco mejor, aunque bien es cierto que podría haber sido mucho mejor. Concuerdo con su análisis de Elsa, que me parece que era un personaje con muchísimo potencial (quiero decir, una reina no-malvada en Disney tomando responsabilidades, esto es una novedad XD) pero que al final quedan desaprovechadas para ir a lo seguro. Por eso yo diría normalmente que es una película mediocre, eso, claro, si exceptuamos la sobrevaloración de Internet.

        Yo también me reconozco fan de Tiana y el Sapo, y aunque es un poco genérica, me alegra saber que al menos el Dr Facilier pasará a la historia, y también un poco ver cierto declive pro parte de Pixar. No sé, esto em parece que incentivará el auge de otras pequeñas empresas, y veremos más proyectos interesantes de Dreamworks, o algo tipo «Hotel Transylvania» o eso quiero decirme yo por las noches antes de acostarme…

        Por otra parte, con lo de Big Hero 6, si te refieres a los guardianes de la galaxia, yo me reconozco fan acérrimo del mapache. XD

      2. No, no, con Big Hero 6 me refiero… a Big Hero 6. Búscala, es el próximo proyecto animado de la Disney. La de los guardianes de la galaxia me importa un pimiento, la verdad.

        Las canciones no es que sean demasiadas, es que están muy mal repartidas. Están todas concentradas en la primera mitad de la película. Como musical, un suspenso absoluto, desde luego.

        Muy de acuerdo con lo del auge del resto de empresas, que es algo que de hecho ya se está viendo. Los proyectos locos de Sony Animation, ese maravilloso experimento que es Rango, los esfuerzos de la nueva DreamWorks… Por supuesto, el grueso de la animación digital que sale cada año es basura sin respeto alguno por el arte y el esfuerzo que entraña hacer dibujos animados (comedias genéricas como Gru, o Vaya pavos, o lo que sea, que ni valen como animación ni valen como comedias, en un 2×1 de desprecio hacia géneros), pero aunque eso no acabe cambiando, las joyas aisladas de que surgen de tanto en cuando hacen que merezca la pena seguir apostando por una peli de dibujos.

  7. Y bueno ya que no soy mínimamente inteligente, te comentaré algunas cosillas, a ver si tu inteligencia suprema lo puede llegar a entender,

    —-El crítico de a pie le dedica sus adjetivos más sensuales, el fan de a pie insiste por enésima vez en internet en que la nueva Edad de Oro ya está aquí —-

    Vamos que los demás no tienen ni puta idea porque tu tienes un blog y tu no te consideras un blogero de a pie, pero a ellos hay que considerarlos con desprecio,

    —-John Lassetter se dedica a despedir a todo director que insista más de lo conveniente en un punto de vista artístico vagamente arriesgado y por culpa de una serie de males que tienen su raíz en esta dictatorial política convencionalizadora—-

    Te comento por si no lo sabias, aunque por tu articulo parece que debieras saberlo, que en Hollywood o dicho de otra manera en la industria Estadounidense del cine, resulta que, amigo mio, muchas veces despiden a los directores, no es una moda de Lasseter, es ley de vida, te remito a la típica frase de quien pone el dinero manda, el director hace años que dejó de ser el que manda y supongo que como sabes tanto, sabrás que existe el derecho del Final Cut, que solo muy pocos directores lo tienen.

    —- Frozen es, dicho claramente, una mala película—

    A mi me ha parecido buenísima,no redonda porque me falla en un par de aspectos pero no nos vamos a poner de acuerdo por lo que intentaré contestar a todos los apartados que has escrito.

    —Que se diga por ahí que Frozen es una excelente pieza de animación, un ejemplo de la buena forma en la que se encuentra actualmente la Disney y demás tonterías inverosímiles es la prueba de que ya nos conformamos con cualquier cosa.—

    Es que Frozen es una excelente pieza de animación, solo basta con admirar los gestos y micro gestos de Anna y comprobar como su yo interno es apreciable con cada gesto, mirada, sonrisas y actuaciones graciosas, no entiendo que es una «tontería inverosímil» tu sabrás.

    —una cosa llamada Chicken Little que demuestra que las cosas se pueden hacer mucho, pero mucho, mucho, mucho peor.

    A veces hay películas que no quieren ir mas allá y ser una obra maestra, a veces solo con ser divertidas ya son buenas, Chicken Little es eso, una peli divertida y poco mas, eso no la convierte en mala.

    —-se le acusa de haber quitado de en medio en 2007 a Chris Sanders de American Dog (luego llamada Bolt), a Brenda Chapman de Brave en 2012 y a Bob Peterson de The Good Dinosaur en el presente y casi extinto 2013. —-

    Si, eso es cierto, pero yo no estoy allí trabajando para saber que a pasado no sabía que tu tenias conocimiento exacto de las reuniones que se hacen en PIXAR, punto positivo para tí.

    Si han cancelado the Good Dinosaur y han dilapidado cientos de millones será por alguna razón importante y que como público tendríamos que agradecer en vez de criticar si no han conseguido una buena película y tienen que replantearla, mejor para nosotros no?, o prefieres que la estrenen así sin que crean ni los propios creadores.

    —A Lasseter y a su séquito no les interesa innovar ni arriesgar. Le interesa el dinero y que los espectáculos que salen de su maquinaria sean lo suficientemente accesibles y reconocibles como para asegurar que ese dinero llegue rápido, y eso es lo que explica, por ejemplo, que American Dog se viera drásticamente convencionalizada y mutada en esa cosilla simpática y olvidable que es Bolt.—

    Bolt es muy buena, me sorprendió mucho, aquí sueñas como en un Madrid – Barcelona, que hubises pasado si el arbitro pita penalty en el minuto y tal y tal, igual la peli de Bolt esa qeu dices de una dimension paralela es una obra maestra, o un peñazo de cuidado, nunca lo sabremos,

    Y si a Lasseter le gusta innovar y ganar dinero como a todos, o es que no te has dado cuenta que esto va de dinero?, por que te crees que hay un ice age 1-2-3-4 un madagacar 1-2-3, un kung fu panda 1-2-3, como entrenar a tu dragon 1-2….

    ¿Que te crees que se puede innovar cada vez? ¿en cada película?, ¿?res de esos que critican a Apple porque no innovan cada año?,

    —ha ido experimentándose de acuerdo con las sugerencias del gordo de las camisas de cochecitos.—-

    Este blog es tu casa y como tal no te voy a dar lecciones pero me parece una falta de respecto alucinante a tus lectores.

    Y sabes, que ya me he cansado de tanta tontería que has puesto, creo que la vida es mas interesante haciendo otras cosas pero para acabar te diré algunas cosas mas,

    La bella y la bestia, El rey leon y el jorobado son tres obras maestras,.

    Disney ha copiado desde hace años, en la epoca esa que dices tu que es la autentica.

    http://www.nopuedocreer.com/noticias/4719/disney-se-copia-a-si-mismo/

    jaja como te ha quedado, patidifuso no? pues toma,

    http://tierradecinefagos.com/2009/02/23/%C2%BFes-el-rey-leon-un-plagio-de-kimba/

    Por cierto si vas a ver alguna película de 007 espero que sepas que vas a ver, a 007, tías buenas, coches chulos, tiros, peleas y hostias, lo digo mas que nada porque si fuiste a ver Frozen sin saber que ibas a ver una película clásica de Disney con princesas y príncipes necesitas leer algún Blog que otro de cine, pero eso sí uno que no lo escriba un bloguero de pie.

    1. Siento haber tardado tanto en contestar, a veces wordpress me mete ciertos comentarios en spam sin motivo… pero creo que éste lo merece.

      Muy rápidamente; Chicken Little, como Frozen, es una mierda, y si te pararas a reflexionar un poco antes de encadenar frases hechas y tratar de hacerlas pasar porun estamento coherente te diré que ya está bien de tratar a películas que «sólo quieren hacer reir» como si fueran un niño retrasado. Si quieren hacer reir y lo logran estupendo, gran película, pero si no lo logra, es basura prescindible como cualquier otra mala película. Esto te lo voy a poner en mayúsculas para que te acuerdes siempre y no te acomodes en tus cómodos prejuicios: NO SIEMPRE QUE SE CRITICA UNA COMEDIA ES PORQUE «SÓLO ES UNA COMEDIA Y DEBERÍA ASPIRAR A MÁS».

      Destaco otro trozo de tu mensaje:

      «Por cierto si vas a ver alguna película de 007 espero que sepas que vas a ver, a 007, tías buenas, coches chulos, tiros, peleas y hostias, lo digo mas que nada porque si fuiste a ver Frozen sin saber que ibas a ver una película clásica de Disney con princesas y príncipes necesitas leer algún Blog que otro de cine, pero eso sí uno que no lo escriba un bloguero de pie.»

      Este es tu error y el de millones de personas que tratan con condescendencia aquello que dicen que les gusta. Yo cuando voy a ver una película de Disney o de 007 o de lo que sea no voy a ver princesas, o tiros o lo que se te ocurra, voy a ver buenas películas porque se supone que ése es el precedente que me lleva a ser su seguidor. Disney NO ES UN GÉNERO, es un estudio que hace películas, y el mínimo común denominador debería ser la calidad, no que salgan o no princesas o animales parlantes, porque las princesas y los animales parlantes no las va a hacer ni mejores ni peores. He tratado de estructurar esta crítica de modo que los lectores perezosos como tú, los que se sienten mucho más cómodos reduciéndolo todo a una sarta de tópicos para que encajen en su limitada galería de contrarréplicas precocinadas, se vean forzados a buscar formas consistentes de discutirme mis argumentos, pero ya veo que es en vano. A fin de cuentas también pareces ser de los que dan credibilidad a un texto dependiendo de la fama del portal (tu última frase te delata, «un blog de cine, que no sea de un bloguero de a pie»).

      Para terminar, OH DIOS MÍO, me has abierto los ojos con esos enlaces, ¿cómo ha podido Walt Disney permitir esos plagios y cómo es posible que yo no supiera nadAH, NO, espera, si yo mismo escribí en el pasado entradas sobre el tema, y además tratando de ir un poco más allá del típico «A QUE NO SABÍAS ESTO AUNQUE HAY UN MILLÓN DE PÁGINAS QUE HACEN LA MISMA RECOPILACIÓN COPIAPEGADA UNA Y OTRA VEZ JIJIJI JAJAJA».

      Aquí sobre Kimba, y tratando de lanzar una reflexión que vaya un poco más allá del carrusel de imágenes iguales: https://roseistheword.wordpress.com/2009/12/24/debes-vengar-mi-muerte-kimba-estooo-simba/

      Aquí sobre los autoplagios, encuadrado en algo que supuse un poco más interesante que, siento repetirme, la mera lista de jijijijajajasoniguales: https://roseistheword.wordpress.com/2010/12/01/la-rotoscopia/

      ¿Cómo te quedas tú? Patidifuso, ¿no? Hala, vuelve cuando estés listo para discutir en base a ideas propias y no a cantinelas mil veces repetidas e intercambiables para cualquiera que no piense lo mismo que tú. Ya sabes de lo que hablo, «tu opinión», «quieres que todas las películas sean El Padrino», «a veces basta con que te haga reir» y, cuando ya no te queda ningún argumento real y empiezas a desesperarte, «eres muy poco respetuoso».

      ¡Buen día, caballero!

  8. Uy el sitio para escribir comentarios está un poco escondido en esta cosa. no está normalmente detrás del post?

    Bueno que lo que quería decir es que no he visto la película, pero que me lo he pasao to bien leyendo el post. Y… me han entrado un montón de ganas de verla. No se si esa era tu intención o no. (creo que deberían poner tu post como critica de la película y la gente la vería más, porque yo cuando vi algún cartel me echó muuuuy para atrás)

  9. Después de casi un año exacto de no pasarme por aquí he revisionado algunas películas actuales y otras de los 90 y anteriores que casi se puede entender la efusividad con la que hablan de otra neuva edad dorada a partir de Rapunzel.

    Veamos 1989-1999:
    -La sirenita
    -Los rescatadores en cangurolandia (lo que viene a ser autralia vamos)
    -la bella y la Bestia
    -Aladín
    -El rey león
    -Pocahontas
    -El jorobado de Notre Dame
    -Hércules
    -Mulán
    -Tarzán

    2000-2010
    -Dinosaurio
    -El emperador y sus Locuras
    -Fantasía 2000
    -Atlantis
    -El planeta del tesoro
    -Lilo y Stich
    -Hermano oso
    -Zafarrancho en el rancho
    -chicken ittle
    -Descubriendo a los Robinson
    -Bolt
    -Tiana y el sapo
    -Rapunzel

    Vamos que digo yo que en el 2010 la gente estaba asqueada de tanta mediocridad ( y un par de bazofias o quizá tres siendo justos) y elevó a los altares a Rapunzel como sucedió en el 89 con La sirenita después de una travesía en el desierto de mediados de los 70 y casi todos los 80. Se ha sobrevalorado Frozen/La reina de las nieves de la misma manera por seguir esa tónica en vez la etapa oscurantista de los 2000.

    Rapunzel, Rompe Ralf y la dichosa Reina de las nieves con sus enormes fallos se comen con patatas a sus homólogas de la década anterior. Tal vez tengo mis dudas con el emperador o Lilo y Stich que andarían a lar de estas 3 pero en aspectos técnicos es evidente que son mejores.

    Hablando propianmente de la película a tratar la primera mitad se hace insoportable con tanta cacnión seguida tras otra, ya abusan de los musicales en los años y «solo» eran unas 5 o 6 canciones pero desde Rapunzel lo han convertido en un karaoke olvidanse en el maor metraje del argumento, eso mas que otra cosa rellena minutos y entorpece la naracción.Eso si hay un par de ellas que están a altura de las mejores de Disney por ejemplo la de la construcción del castillo de hielo
    La segunda mitad es ya otra cosa todo fluye mucho mejor y aunque la historia de amor es muy similar a la de Flyn-Rapunzel se aguanta el tirón.

    ¿Puntos negativos a partes de las excesivas canciones?
    – el giro de guión es increible, vamos que no te lo crees. Hans anterioremente pudo haber cumplido sus planes y se seguía pasando por bueno única y exclusivamente para que Kristof apareciera en plan salvador al final y conquistara a su princesa porque de lo contrario estaba claro con quien se quedaba….
    -El personaje del dignatario extranjero va unido de la mano a Hans. Un personaje cuya función es entendible (está ahí para despistar, hacernos creer que es el malo y solo es un extranjero con mala uva nada mas) pero está pésimamente desarrollada en la historia. Lo que hace poco tiene que ver con su función de diplomático y ni mucho menos tiene poder alguno cuando dicen que detengan a la reina ni a ir contra ella al castillo de hielo.

    Pareciere que la historia tenía que tener un malo POR COJONES, primero la reina,luego el diplomático y por último sin venir mucho a cuento Hans. Cuando con el hecho de rescatar a la hermana y los demonios internos de Elsa la historia era coherente por si misma sin malos surgidos de última hora

    1. Mirando la lista de nuevo y comparo una década y otra casi dan ganas de llorar pero hay que ser justos y el nivel de excelencia alcanzado en la primera etapa de Walt Disney (pongamos que desde Blancanieves hasta el libro de la selva o extendindolo mucho a Robin Hood) y la etapa de los 90 es casi un milagro que se volviese a alcanzar pues tampoco cuando Walt estaba vivo tenía sus altibajos también.

      Asumamos que el estándar de calidad ha bajado y las genialidades de Pixar también. No iban a durar eternamente y eso que yo opino que la de los coches ya era muy flojucha….y muy aburrida a a ratos y los Increibles estaba bien pero no era la panacea que me vendieron.

    2. Muy de acuerdo con todos los problemas de guion que destacas en Frozen, creo que algunos de ellos incluso los he mencionado en la entrada.

      No creo que se trate de un caso de sobrevaloración de algo que es meramente bueno, realmente pienso que Frozen tiene el alcance de un directo a vídeo de Barbie, que está mal escrita, que los personajes son de cartón piedra, que es un punto bajísimo que en lugar de quedar relegado al olvido junto a películas de su mismo pelaje (como Hermano Oso), resulta que ha sido un éxito monstruoso y el más que probable punto de referencia para películas futuras. Es decir, no estoy reaccionando al éxito desmedido, me parece una mala película sin más. El pálido reflejo de Rapunzel, que sin ser la repanocha sí está bien escrita y desarrollada.

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