Walt Disney Animation Studios: mis canciones favoritas (III)

Tras la famosa divergencia de la que advertí a mis numerosos lectores -no sé si usar el plural es a estas alturas incluso audaz-, por fin retomamos nuestro viaje musical justo donde lo dejamos: en uno de los puntos más bajos de los Walt Disney Animation Studios, Michael Eisner recién sumado a la cola del paro y un nuevo régimen con grandes planes y ambiciones para el futuro, principalmente, devolver la animación Disney a su lugar hegemónico. Pero por supuesto, los comienzos fueron prudentes, con la primera tarea de encarrilar una película puesta en producción más o menos a la vez que Chicken Little, llamada…

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Una divergencia inesperada

Quizá estés preguntándote cuándo arrancará la tercera parte del viaje musical por las tierras de Disney. O quizá no. Ésa es la cuestión; en este blog no sé realmente hasta que punto hablo a la pared. Por eso lo correcto es informarte a ti, que aunque sea desde las sombras sé que me lees (gracias, por cierto), de que he hecho un ligero cambio de planes con esta ambiciosa empresa.

La cruda realidad es que me he prostituido vilmente y he comenzado un experimento en instagram al abrir una cuenta ¿literaria? ¿ensayística? dedicada exactamente a este viaje disney-musical. Claro que para ello he tenido que retroceder hasta la casilla de salida, Blancanieves, lo que significa que hasta que no alcance allí el punto al que he llegado en este blog, no retomaré aquí lo que viene a continuación. Puedes consolarte pensando que en el momento que escribo esto ya he llegado a Make Mine Music. Menos da una piedra.

Como una parte de mi siente que con esta maniobra he priorizado la posibilidad de llegar a gente nueva sobre ser consecuente y agradecido con los que ya me siguen, creo que lo mínimo es disculparme por una decisión que quizá ni siquiera sirva de nada: meterme a escribir en un medio expresamente diseñado para que nadie tenga que pararse a leer nada durante más de segundo y medio suena al acto de un demente. Sea cierto o no, me encantará verte por allí si es que te apetece pasarte.

Walt Disney Animation Studios: mis canciones favoritas (II)

Me pregunto, mi querido remedo de Eliza Doolitle, si serás un poco más sabio y reflexivo después de haber pasado por la primera parte de mi listado de canciones favoritas del Disney animado. Si después de un breve momento de visible introspección respondes que sí, pensaré que esto realmente está mereciendo la pena y retomaré la segunda parte que aquí comienza con brío y energías renovadas. Y si la respuesta es no, descubrirás que esto es el peor libro de Elige tu Propia Aventura de tu vida, uno en el que se lee claramente que tanto para aventurarte por la mazmorra como para acobardarte y volver a tu casa tienes que ir a la página 34. Además, ¿por qué querrías abortar la misión en este punto? ¿No quieres unirte a mí en las alturas, a la élite intelectual que ha aprendido a disfrutar con mirada adulta de estas películas tan maltratadas por la cultura popular, el público e incluso su propia compañía propietaria? Seguir leyendo Walt Disney Animation Studios: mis canciones favoritas (II)

Walt Disney Animation Studios: mis canciones favoritas (I)

Una vez, hará unos ocho o nueve años, volvía a mi casa hacia las seis de la mañana tras una noche de excesos en Chueca —esto es empezar un artículo por todo lo alto— cuando me crucé con un grupo de adolescentes extranjeras pasadísimas cantando a voz en grito Hakuna Matata. Puedes salir de Chueca, pero Chueca tarda en salir de ti, de modo que me uní a ellas en el momento exacto en el que Simba arrancaba con lo de it means no worries for the rest of your day, cantamos el resto de la canción juntos y me alejé haciendo el mismo fade out de la canción, con sus ah-ah-ah y todo, mientras ellas se despedían histriónicamente y una en concreto, obnubilada por este momento de absoluta complicidad entre desconocidos que ni siquiera hablaban el mismo idioma, me dedicó un YOU’RE AWESOME que aún guardo en mi corazón. Seguir leyendo Walt Disney Animation Studios: mis canciones favoritas (I)

Breve historia de la canción bondiana (y IV)

En el episodio anterior viajamos desde A-ha hasta Madonna, lo cual da la equívoca impresión de que no nos movimos de 1987. Nada más lejos de la realidad: vimos pasar a dos actores distintos por el papel de 007, entre los cuales se sometió a Bond a una hibernación de seis años fruto de disputas legales; Albert Broccoli murió no sin pasar antes el gorro de chef a sus hijos Barbara y Michael —todo queda en familia en la saga James Bond— y, musicalmente hablando, hubo éxitos y fracasos, genialidades y crímenes contra la humanidad. Pierce Brosnan no se imaginó en ningún momento durante el rodaje de Muere otro día que ése sería su último Bond, y mucho menos después del enorme éxito de la película, pero así fue, dando comienzo en 2006 a la recién concluida era de Daniel Craig. Me resulta inconcebible que entre una cosa y otra haya estado más años en el papel que Roger Moore. Pero no nos andemos por las ramas y veamos que nos depara éste último episodio de la Breve Historia de la Canción Bondiana, ¿de acuerdo? Seguir leyendo Breve historia de la canción bondiana (y IV)

Breve historia de la canción bondiana (III)

En el episodio anterior, James Bond se reencarnó con los rasgos de Roger Moore, pero éste no fue el único cambio notable en la serie. Musicalmente, Broccoli y Saltzman se atrevieron a forzar los límites del sonido bondiano con su mayor éxito hasta el momento, el Live and Let Die de McCartney, para en poco tiempo acomodarse Broccoli —ya en solitario con la marcha de Saltzman en 1975— en una inercia conservadora dominada por la balada femenina que al menos dio lugar a un único tema maravilloso. El punto final a la era Moore lo puso Duran Duran en un muy necesitado cambio de ritmo, y en este momento, con la vista puesta en una remodelación más cruda y con los pies en la tierra de la serie y Timothy Dalton poniéndose el smoking, es donde retomamos nuestro viaje. Let’s go. Seguir leyendo Breve historia de la canción bondiana (III)

Breve historia de la canción bondiana (II)

En el episodio anterior conocimos los orígenes de la tradición musical de James Bond, presenciamos el nacimiento del inmortal sonido que John Barry convirtió en sinónimo de la serie para toda la eternidad y, con la entrada en los 70, comenzamos a percibir los primeros y tímidos coletazos de nuevos sonidos reptando hacia el tejido musical de la serie. Con la marcha ahora sí definitiva de Sean Connery y la incertidumbre en el horizonte —el experimento Lazenby había fracasado—, era un momento idóneo para que nuestros héroes Broccoli y Saltzman se decidiesen a modernizar sin sutilezas el concepto de single bondiano. Vamos allá. Seguir leyendo Breve historia de la canción bondiana (II)

Breve historia de la canción bondiana (I)

007 ha vuelto a los cines. Parece mentira, pero 007 ha vuelto a los cines. Una cosa bonita de la saga de James Bond, y que cierta compañía gigantesca y hambrienta cual Galactus con orejas de ratón se ha empeñado con gran eficacia en suprimir de otras series de películas de las que sí ha logrado apoderarse, es esa sensación de estar ante un evento poco frecuente. Las películas de James Bond salen con una frecuencia de dos, tres o cuatro años, y entre una y otra no existen series de televisión sobre las aventuras de Moneypenny ni ambiciosas precuelas que dan respuesta al fin al enigma de cómo fue la vida de M en las sucias calles llenas de hollín del barrio industrial. Tampoco hay cómics, reencarnaciones en Lego o especiales de navidad directos a streaming cuyos responsables corren a aclarar públicamente —acorde a sus obligaciones contractuales— lo imprescindibles que son para poder seguir la continuidad de las próximas películas. Empezar a ver en las marquesinas de la ciudad posters de Sin tiempo para morir de un mes para acá ha sido emocionante. Es un sentimiento dulce.

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El yerno de oro

Y cuando Bob Iger vio la inmensidad de sus dominios lloró, porque comprendió que no había más tierras que conquistar. O quizá ya no se siente tan cómodo en la cima cuando algunos de sus principales valedores han tenido que irse tras hacerse pública su tendencia a dar Abrazos No Solicitados a las empleadas. O quizá no se ve con fuerzas para manejar el efecto dominó provocado por el pánico hacia cierto brote vírico de hábitos asesinos en un momento en el que los grandes conglomerados de Hollywood tienen las tres cuartas partes de sus huevos puestos en la cesta de China —el conglomerado que nos interesa tiene, además, un enorme parque temático recién abierto allí—. Seguir leyendo El yerno de oro

Los Simpson: los diez primeros años

Porque en tema de tochos soy un experto en todos los formatos, aquí está la infografía que he estado montando durante los últimos meses. Es tan grande que quizá ahora mismo tu navegador esté luchando agónicamente para cargarla y que puedas verla ahí debajo.

(Pd.: Sí, lo sé, podría estar en español, pero piensa que, estando en el idioma de Shakespeare y E. L. James, los cuatro borrachos que se paren a mirarla hasta el final podrían ser ocho.) Seguir leyendo Los Simpson: los diez primeros años